Porqué escribí PGP (Pretty Good Privacy)


Original por Phil Zimmermann - Translation from English to Spanish by Luis J. Claros Marfil


Es personal. Es privado. Y sólo a ti te importa. Puedes estar organizando una campaña electoral, hablar de tus impuestos, o teniendo una aventura. O puede que estés haciendo algo que piensas que no debería ser ilegal, pero lo es. Por todo esto, no quieres que tu correo electrónico (E-mail) privado o tu documentos confidenciales sean leidos por nadie más. No hay nada de malo en mantener tu privacidad. La privacidad es uno de los derechos que establece la Constitución.

Quizás pienses que tu correo electrónico es lo suficientemente legal como para que la encriptación no esté justificada. Si realmente eres un ciudadano honrado sin nada que ocultar, entonces ¿por qué no mandas siempre tus cartas en forma de postales?, ¿por qué no te sometes a un test de drogas cuando lo requieren?, ¿por qué necesita la policía una orden de registro para entrar en tu casa? ¿estás intentando ocultar algo?. Debes ser un traficante de drogas subversivo . O puede que seas un paranoico. ¿Necesitan los ciudadanos honrados encriptar su correo electrónico?

¿Qué pasa si todo el mundo cree que los ciudadanos honrados deben usar sólo postales en sus envios por correo ordinario. Si algunos "rebeldes" intentaran defender su privacidad usando un sobre en su correspondencia, levantarían sospechas. Quizás las autoridades abrirían su correspondencia para ver que están ocultando. Afortunadamente, no vivimos en ese tipo de mundo, porque cualquiera protege la mayoría de su correspondencia enviándola en sobres. De esta forma nadie levanta sospechas por mantener su privacidad usando un sobre. La seguridad está en la cantidad de gente que lo hace. Análogamente, sería agradable que si cada uno de nosotros usáramos la encriptación en todos nuestros correos electrónicos, inocentes o no, nadie levantaría sospechas por mantener la privacidad de su correo electrónico encriptándolo. Piénsalo como una forma de solidaridad. Actualmente, si el gobierno quiere violar la privacidad de los ciudadanos, necesita dinero y trabajo para interceptar y poder leer las cartas, escuchar y posiblemente transcribir conversaciones telefónicas. Este tipo de trabajo intensivo de monitorización no es viable a gran escala. Sólo se hace en casos importantes cuando parece que merece la pena.

Cada vez un número mayor de nuestras comunicaciones privadas están siendo seguidas mediante canales electrónicos. El correo electrónico esta sustituyendo gradualmente al correo tradicional. Los mensajes de correo electrónico son demasiado fáciles de interceptar, así como escanear en ellos palabras "interesantes". Esto puede hacerse fácilmente, periódicamente, automáticamente, e indetectablemente a gran escala. Los telegramas internacionales ya son escaneados de esta forma por la NSA (Agencia Nacional de Seguridad Norteamericana, n.d.T.)

Nos movemos hacia un futuro en el que la nación será atravesada por redes de datos compuestas por cable de fibra óptica de alta capacidad, uniendo conjuntamente todos nuestros, cada vez más, omnipresentes ordenadores personales. El correo electrónico será lo normal, no la novedad como lo es hoy en día. El gobierno protegerá nuestros correos electrónicos con protocolos de encriptación designados por él mismo. Probablemente la mayoría de la gente esté de acuerdo con esto. Pero quizás algunos preferirán sus propias medidas de protección.

El Proyecto de Ley 266 del Senado, proyecto de ley dedicado a la lucha contra el crimen de 1991, tenía una alarmante medida oculta. Si esta resolución no aprobada se hubiera convertido en ley, habría forzado a los fabricantes de equipos de comunicaciones seguras a insertar "puertas traseras" especiales en sus productos, de forma que el Gobierno pudiera leer los mensajes encriptados de cualquiera. En este anteproyecto de ley puede leerse:

"El Congreso establece que los proveedores de servicios de comunicaciones electrónicas y los fabricantes de equipos de servicios de comunicaciones electrónicas deberán garantizar que los sistemas de comunicaciones permiten al Gobierno obtener el resultado de los contenidos de voces, datos y otras comunicaciones cuando sea debidamente autorizado por la ley"
Esta medida fue rechazada después de rigurosas protestas tanto de grupos defensores de las libertades civiles como de la industria.

En 1992, la proposición del FBI con relación a la "puerta trasera" en la Telefonía Digital fue presentada en el Congreso. Con ella se requeriría que todos los fabricantes de equipos de comunicaciones construyeran un "puerto trasero de entrada" que permitiría al FBI acceder remotamente a todas las formas de comunicación electrónica desde sus oficinas. Aunque en 1992 esta proposición nunca tuvo atrajo a muchos partidarios en el Congreso debido a la oposición ciudadana, fue introducida de nuevo en 1994.

Lo más alarmante de todo es la nueva y atrevida iniciativa política de la Casa Blanca referente a la criptografía , que se lleva a cabo bajo el desarrollo de la NSA desde el comienzo de la administración Bush, y que fue dada a conocer el 16 de Abril de 1993. La pieza central de esta iniciativa, llamada chip Clipper, contiene un nuevo algoritmo de encriptación clasificado de la NSA. El gobierno está aconsejando a la industria privada a que lo incluya en todos los productos de comunicación "segura", como teléfonos seguros, faxes seguros, etc. AT&T está colocando ahora el Clipper en sus productos de voz seguros. El truco: durante el proceso de fabricación, cada chip Clipper será cargado con su propia llave única, cuya copia mantendrá el Gobierno. No hay porque preocuparse, el Gobierno promete que ellos usarán esas llaves para leer tus daros sólo cuando sea debidamente autorizado por la ley. Por supuesto, para hacer a Clipper completamente efectivo, el siguiente paso lógico sería hacer ilegales las demás formas de criptografía.

Si la privacidad está fuera de la ley, sólo los que están fuera de la ley tendrán privacidad. Las agencias de inteligencia tienen acceso a una buena tecnología criptográfica. Así como los grandes traficantes de armas y de drogas. También los contratistas de defensa, las compañías petrolíferas y otras corporaciones gigantes. Pero la mayoría de la gente corriente, y de las organizaciones políticas de la oposición no tenían acceso a tecnología criptográfica militar de clave pública. Hasta ahora.

PGP permite a la gente tener su privacidad en sus propias manos. Hay una creciente necesidad social de privacidad. Por eso lo escribí.

(1) "Porqué escribí PGP". Declaraciones de Phill Zimmerman. http://www.pgpi.com - http://pgp.org

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